
No es extraño despertar deseando que la noche no hubiera acabado, pensando en todo lo que se tiene que hacer en el día y predisponiéndonos a un día lleno de tribulaciones y gente no grata. Tal vez vivimos el día a día luchando sin ánimo contra una enfermedad que nos sigue de cerca y sin abandonarnos ni un segundo. Es muy común cargar con un sentimiento de rencor hacia una o varias personas, dejándonos arrastrar por el odio y la venganza.
No pensamos en sonreír, nunca pensamos en ser felices.
Existen muchos estudios donde se prueba el efecto del buen humor sobre las situaciones, la salud y las expectativas de vida. El buen humor es el inicio de la felicidad, ya que produce dentro de nosotros un estado de bienestar y eso se externa; de esa manera nos lleva a crear un halo de buenas vibras a nuestro alrededor. Si nos ponemos a pensar, en realidad es facilísimo iniciar el buen humor, son nuestras barreras mentales las que no nos dejan avanzar del estado de malestar autoimpuesto.
La sonrisa. Sonreírle a las personas, es el inicio de una buena actitud; nos lleva a crear vínculos positivos con los demás, incluso con aquellos con los que no tenemos una buena relación o hemos tenido fricciones. Una sonrisa en el rostro nos hace ver más atractivos y seductores, esto nos lleva a tener mejores relaciones sociales y laborales.
La risa relaja las tensiones acumuladas; libera del insomnio y permite dormir mejor, al suprimir el estrés; fortalece el sistema inmunológico porque aumenta los niveles de linfocitos T, encargados de defender al organismo de tumores y virus; mejora el sistema cardiovascular, aumenta la circulación de oxígeno y fortalece el sistema nervioso; incrementa la producción de endorfinas, reduciendo el dolor cuando se está enfermo; mejora la motivación y la creatividad; reduce los niveles de hormonas relacionadas con el estrés, como el cortisol, y relaja los músculos. ¡Pero no solo eso! La risa, es un antídoto natural y económico contra la depresión de menor grado.
El amor es el sentimiento más importante del ser humano y además de no tener límites porque se siente hacia los padres, hermanos, hijos, familiares en general y amigos, se manifiesta de muchas formas con ternura, apoyo, cariño, ayuda, tolerancia y respeto, valores que además provocan una enorme satisfacción personal. Fomentar el amor en nuestra vida es esencial. El corazón no sólo es símbolo del amor, sino que este sentimiento le ayuda a funcionar mejor como órgano funcional y está comprobado que las personas que aman y son amadas, tienen una mejor calidad de vida y salud en general.
El buen humor Conservar el buen humor ante las exigencias diarias es una tarea difícil, pero no imposible. Debemos tratar a toda costa de conservar la sonrisa aún con el torbellino que nos envuelva. Busquemos vivir siempre de la mejor manera, debemos amar, servir, sonreír, vivir. Creamos en Dios y querámonos a nosotros mismos, porque no podremos amar a los demás y al mundo si no descubrimos el tesoro que tenemos dentro de cada uno.
“Hay que estar de buen humor y no guardar rencor; tenemos que amar y así enamorar, tenemos que jugar y así bailar.” Hada Lara.
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